Una joya artesanal es un objeto cuyo valor va más allá de lo material. Una pieza única y especial, que contiene parte de la esencia de su creador. Hablar de joyería artesanal es hablar de algo más que de metales preciosos; su valor reside en la autenticidad, en su diseño, en el proceso de manufacturación y en la voluntad del artista de plasmar parte de su alma en una joya hecha a mano.
EL ARTISTA Y SU OBRA
Es difícil de describir de una forma unívoca el proceso que lleva a la creación de una obra, ya que no siempre es el mismo. El artista trata de plasmar sus vivencias, sus referencias culturales, sus emociones y su entorno en diferentes soportes materiales. En nuestro caso, ese soporte es fundamentalmente el metal. Siempre, cuando pensamos en el mensaje que queremos transmitir, tenemos presente que este se materializará en metal, en una pieza que acompañará a quién la elija en su vida cotidiana y en los momentos más especiales. Esas son las dos premisas fundamentales a lo largo de todo el proceso creativo, desde que tenemos la idea, la dibujamos, la manufacturamos, la damos nombre y os la presentamos. Porque uno de los momentos más importantes de nuestro trabajo es compartirlo.
En ese binomio entre obra y artista que se da en la joyería artesanal, como en todo acto de creación artística, entra en juego un tercer elemento fundamental: el receptor. Al igual que existe un vínculo entre la joya y el artista, al adquirir una joya de autor, esta hace que se establezca un vínculo entre el artista y tú.
Cuando adquieres una joya de PLATÓNICA llevas contigo una parte de ese proceso de creación, de esas vivencias, de esas manos que le dieron forma.
¡Me encanta este post desde el corazón!
Vuestro trabajo es escultura, arte puro en pequeño formato. Me fascina el trabajo de joyería artesanal. Enhorabuena.
Precioso!!!!!
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